Three at long





Ramón Ejeda durante el 2XU Stroke and Stride que se disputa anualmente en las costas de Nueva Zelanda.



 

A sus 30 años recién cumplidos, Ramón Ejeda es lo que se podría decir, un joven veterano. Lleva casi media vida dedicada al triatlón y sabe lo que es saborear las mieles del éxito, dentro y fuera de nuestras fronteras. Desde el 2002 es un asiduo de los pódiums nacionales y ha participado en más de 40 pruebas fuera de nuestro país, consiguiendo estar entre los top ten en más de 15 ocasiones y subiendo al cajón en otras ocho. Este año se ha marcado un reto muy especial: una plaza para los JJOO de Londres 2012.

No necesariamente. Creo que para conseguir un gran objetivo necesitas constancia y sacrificio pero esto no implica que siempre que se cumplan estas características el éxito esté asegurado. Por eso, creo que lo más importante es encontrar satisfacción en todo lo que hagas. Hay que procurar que el medio también sea la finalidad, para evitar fustraciones. [...]

Conozco a José desde hace varios años...en febrero del 2008 compartí una concentración con él y Javi en Sudáfrica. Me gustó mucho su manera de trabajar, su forma de ser y de ver las cosas. A día de hoy, tengo una relación de amistad y complicidad total con él que hace que comprenda mis procesos físicos y psíquicos. José tiene la capacidad de sacar la parte positiva de los peores momentos. No sólo cuento con él para los JJOO, es una persona a la que me gustaría tener siempre cerca.

-El hecho de aspirar a ser olímpico, ¿ha variado tu forma de entrenar con respecto a otras temporadas?

Cuanto mayor es el objetivo a conseguir, mayor es el esfuerzo a realizar y más metódico el trabajo. Mi entrenamiento ha aumentado en intensidad y ligeramente en volumen. Con el tiempo aprendes lo que te viene bien y lo que no, esto te permite aprovechar mucho más el trabajo realizado, centrándote en lo que es realmente importante y bueno para ti.

-¿Cómo es un día de entreno con Ramón Ejeda?

Pues, dependiendo del momento de la temporada puede variar. Pero un día tipo podría ser, levantarme a las 9 de la mañana, desayunar, nadar 4000m y salir 2 horas en bici. Al mediodía comer, después una pequeña siesta y por la tarde correr una hora. A la vuelta, un poco de gimnasio o ejercicios de fortalecimiento.

-Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero ¿a qué velocidades te sueles mover en un día normal de entrenamiento en las tres disciplinas?

Ufff, dependiendo del tipo de entreno las velocidades pueden variar mucho. Siempre trato de diferenciar  los entrenos de alta intensidad de los de volumen. No me gusta llevar un ritmo demasiado alto en las fases de volumen aunque, reconozco que conforme va avanzando la temporada los rodajes suelen ser más cortos y más rápidos. A estas alturas me suelo encontrar bien, descansado y buscando buenas sensaciones.

En reposo 32ppm y en máximo esfuerzo 192ppm.

-La copa del Mundo de Mooloolaba (Australia) ha sido tu primer careo esta campaña, conseguiste una 26ª posición con un tiempo de 1:53’32”, ¿cuál es tu balance?

Positivo, sin duda. Fue la primera competición del año y tras un largo viaje...por eso no puedo tener otro balance. Nadé bien, en bici me encontré cómodo y en la carrera a pie se me fueron diez puestos en diez segundos,  pero ese día no había más dentro de mí.

Sí, sabía que podía ocurrir...y así fue. El sistema que sigue la ITU te hace tener que estar siempre a tope para sumar puntos que te permitan participar en la pruebas de mayor nivel, donde sólo pueden salir 65 triatletas. En cuanto te relajas o sumas menos puntos de los que deberías, te puedes ver fácilmente fuera de las competiciones que tenías programadas.

-Sydney no pudo ser, pero Ishigaky (Japón) fue la redención… 6ª posición en tu segunda tanda, un resultado más que loable.

La verdad es que me mentalicé a consciencia, sabía que me jugaba mucho y no podía fallar. La prueba fue bien y sólo en los últimos metros de la carrera a pie me sentí un poco justo de fuerzas. Al final, muy contento por el resultado, aunque cuando te quedas tan cerca del podium es inevitable acabar con un sabor un tanto agridulce.

-Cuéntanos cómo ha sido tu experiencia por Japón, ¿has podido atestiguar la tensión que transmite el país al exterior?

Llegué a Japón con la expectativa de ver cómo estarían viviendo el desastre y lo que me encontré me sorprendió realmente, ¡parecía como si no hubiera pasado nada!. No encontré ni una señal que  mostrase la verdadera magnitud del problema tal y como lo vemos nosotros. Pude hablar con gente de allí sobre el tema y le restaban importancia... no sé si es por su cultura o porque realmente no creen que lo que les ha ocurrido sea tan grave. Lo que sí me quedó claro es que son personas que, ante las adversidades, miran al frente y no se lamentan de lo que puedan estar viviendo.

- Volviendo a tu carrera, ¿crees que tu mayor éxito está por llegar?

Debo creerlo y lo creo. Considero que el triatlón es un deporte donde la madurez te da un plus. Estoy en un buen momento y no creo que haya tocado techo.

-Además de los JJOO, ¿cuáles son tus objetivos para esta temporada?

Creo que la consecución de la plaza olímpica es un gran objetivo que entraña tener una regularidad durante todo el año y realizar grandes resultados. Me gustaría culminar una buena carrera en la World Series de Madrid, corro en casa y es una prueba que nunca se me ha dado bien.

-¿Te ves algún día en larga distancia?

Sí, me gustaría probar pero no tengo muy claro si me gustaría hacerlo a nivel competitivo. ¡Todavía tengo tiempo para pensarlo!